A diferencia de los cristales de soldadura tradicionales que sólo permiten ver algo cuando existe una fuerte emisión de luz al otro lado, los filtros de oscurecimiento automático (o comúnmente llamados filtros electrónicos) permiten al soldador ver con toda seguridad antes, durante y después de realizar la soldadura sin necesidad de apartar el filtro de los ojos, garantizando así una protección permanente de los ojos frente a las radiaciones peligrosas de la soldadura. Cuando no existe un arco eléctrico de soldadura, los filtros electrónicos se encuentran en un estado claro (casi transparente) y, al soldar, se oscurecen automáticamente al tono oscuro seleccionado.
Protección permanente
Un soldador no puede ver a través de un cristal negro de soldador sin que haya un arco eléctrico, razón por la cual es frecuente que los soldadores tengan lesiones oculares como conjuntivitis o cataratas ya que tienen que apartar el ocular de la vista para poder distinguir donde hacer el punto de soldadura. Además, una mala elección del tono oscuro conlleva una filtración no adecuada de los rayos nocivos (UV, luz azul e IR). Sin embargo, los filtros electrónicos ofrecen una filtración permanente de los rayos nocivos de la soldadura, independientemente del tono oscuro que tenga el filtro. Es decir que hasta en el caso de que el filtro electrónico, por alguna razón, no se oscureciese, su filtración está garantizada y por ello la protección de la vista es permanente.
Mayor confort
Gracias al hecho de permitir una visibilidad constante, ya no es necesario levantar la careta de soldar cuando no se está soldando. Así tampoco será necesario el tradicional “golpe de cabeza” para bajar la careta lo cual se traducirá en menos tensión en la nuca y menos problemas de cervicales. Además, el soldador tendrá las dos manos libres para la realización de su labor.
Mayor productividad y calidad
El hecho de que hoy en día la mayoría de las caretas de soldadura vayan equipadas con filtros electrónicos de oscurecimiento automático son el notable aumento del rendimiento del soldador y su gran rentabilidad.
Al no tener que levantar la careta de soldar tras cada punto o cordón de soldadura y tener una visión clara en todo momento, el ahorro de tiempo es considerable a la vez que ayuda al soldador en su precisión.
Además, la adaptación de filtros de oscurecimiento automático posibilita al usuario realizar labores de soldadura y esmerilado sin tener que cambiar de careta lo que facilita la comprobación del sellado en la soldadura y aumenta el rendimiento del trabajador.
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